Principales Razones Contra la Constitución Española de 1978

Principales Razones Contra la Constitución Española de 1978

 

– Fue creada por las élites militares, funcionariales y políticas de la época, copiando a las constituciones precedentes, igualmente opresoras e impuestas por la fuerza y el engaño. El pueblo no tuvo palabra ni decisión en su redacción, ni siquiera en una coma.

– Fue impuesta al pueblo, a través del miedo y la persuasión después de una dictadura explícita. Se realizó un lavado de cerebro masivo durante los años del franquismo y al final de este se preparó a la gente para el nuevo sistema opresivo. Su votación fue un acto teatral.

– Tanto los asesinos y torturadores de gente inocente del bando franquista como los que lo hicieron en nombre de la República quedaron impunes, algunos de ellos se abrazaron para repartirse el nuevo y lucroso negocio parlamentarista, a costa de machacar al pueblo.

– El ejército, que ha sido el mayor asesino y torturador de los pueblos de la península Ibérica desde hace siglos, queda reforzado y renovado. Aumenta su presupuesto (en 1975 era de 95.446 millones de pesetas y en 2016 es de 2`899190 trillones de pesetas, más de 30 veces superior), su poder y su capacidad de control como principal institución del Estado.

– El capitalismo se desarrolla a toda máquina. El nuevo marco legislativo sostiene el desarrollo de una sociedad donde el trabajo asalariado se expande al máximo. Así las élites expanden la gran empresa  y el uso del dinero como principal forma de relación social.

– Mientras que el PIB (riqueza total, privada y estatal) desde 1978 a 2015 se multiplica por 13 aproximadamente, el presupuesto del Estado en el mismo periodo lo hace por 30. Así vemos que el gran desarrollo del capitalismo va de la mano de un Estado proporcionalmente tres veces más grande. Pasa del 15 %  aproximadamente de la economía de España al 45 %, prácticamente la mitad de la economía es y la controla el Estado, del mismo modo que lo hacen las dictaduras comunistas.

– El materialismo y el hedonismo se premian y promocionan, la sociedad de consumo, de la felicidad y la superficialidad se instituyen. El egoísmo y la competitividad entre iguales se expanden, resultando en odio, tristeza y soledad de la persona común.

– La degradación del pueblo y del individuo se mide en el aumento, con el beneficio para el Estado, de prácticas deshumanizantes y suicidas: del consumo de drogas legales (alcohol, tabaco, psicofármacos,…), consumo de drogas ilegales, de la prostitución, de los juegos de azar y apuesta, del seguimiento ciego de las nuevas modas, de la importancia de los ídolos y “dioses”,…

– Se implanta un sistema de aculturación y dominio absoluto de los súbditos. Todas las culturas de los pueblos de la península Ibérica se institucionalizan para luego eliminarlas. Incluso la cultura “española” se desecha para imponer el multiculturalismo y la subcultura yanqui principalmente.

– La destrucción del medio ambiente natural se potencia y aumenta de forma catastrófica. Al sólo importar el dinero y los bienes materiales, los bienes espirituales y los bienes naturales no importan. El Estado busca aumentar su poder y dominio extrayendo los máximos recursos posibles, a través de la empresa pública o privada, ya que ambas le generan beneficios.

– Al igual que los bosques y el mundo vegetal, el mundo animal se explota sin escrúpulos ni ética. Aunque ocurre lo mismo y peor con las personas, algo que olvida la ideología animalista, subvencionada y promovida por el Estado; así nos convierten en mero soma, cuerpo sin alma ni espíritu que preocuparse.

– Se continúa la expansión de la ciudad y el urbanismo, de la tecnología dictatorial e impuesta, del control total de las masas y del individuo. El mundo rural y natural desaparece por completo ante el desarrollismo, el progresismo, el positivismo y la fe ciega en la tecnología.

– El ansia de poder continúa en las antiguas colonias españolas y el imperialismo se mantiene con nuevas formas. Además, con la entrada en la OTAN el ejército participa activamente en guerras, conflictos y luchas de poder a nivel mundial, contra infinidad de pueblos.

– Las diversas policías y la guardia civil crecen cuantitativa y cualitativamente. Al igual que la opresión del ciudadano, los encarcelados y la ausencia de libertad. El sistema judicial y legislativo es de tal magnitud que el sujeto es convertido en objeto pasivo y obediente.

– El sistema educativo secuestra la infancia, adolescencia y parte de la madurez de la persona. Nos hace obedientes y no pensantes, creándonos en serie como seres sin conciencia que acepten el sistema estatal opresor de turno.

– El sistema sanitario también nos convierte en pacientes, pasivos e ignorantes. Asustados de no poder sobrevivir fuera de él. Sin control sobre nuestra salud ni nuestras vidas, que quedan en manos de funcionarios y expertos.

– Nos han acostumbrado a ir del trabajo embrutecedor al ocio y el entretenimiento también embrutecedores. Consumo de diversión, turismo, juegos vulgares e infantiles,… donde se nos convierte en niños perpetuos. Esto junto a la dependencia en el resto de aspectos vitales (salud, política, educación, alimentación,…) nos hace degenerar en sujetos infantilizados y nulificados.

– El feminismo y los ataques a la pareja heterosexual han sido y son promovidos con leyes sostenidas en la constitución, con subvenciones y adoctrinamiento masivo. Así, aumenta el odio interpersonal, se experiencia una convivencia terrible e insostenible, y se enfrenta al pueblo contra el pueblo.

– La gente mayor es considerada como un desecho improductivo y molesto, simple gasto y estorbo. La imposición de nuevos disvalores, como el egoísmo o el epicureísmo, cimienta esta visión sobre los ancianos. Estos quedan maltratados y en muchos casos solitarios, que esperan la muerte drogados, anestesiados por los doctores y la televisión.

  – La suma de lo anteriormente expresado y de aquello que ha quedado fuera refleja la realidad de la sociedad actual. Una sociedad con crisis múltiples, donde el pueblo no existe y apenas quedan sujetos que no estén totalmente nulificados.

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  1. 6 de diciembre. Principales razones contra la Constitución española de 1978 | Por una transformación integral

    […] Este artículo es una versión mejorada y actualizada del que publiqué, en 2016, en mi blog: http://www.josefranciscoescribanomaenza.wordpress.com/2016/12/04/principales-razones-contra-la-constitucion…. […]

  2. Contra la Constitución Española de 1978 – Ciudad Apestosa

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  3. 6 de diciembre. Principales razones contra la Constitución española de 1978 – Revolución Integral

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